Justo a la mitad de mi existencia me hallé en una selva oscura, debido a que me aparté del camino recto. ¡Ah!, que penoso me sería explicar lo bestial, inhóspita y densa que era esta selva, cuyo recuerdo revive mi temor, un temor aun más doloroso que la muerte…No se explicar con precisión como ingresé a ese lugar; tan aturdido me encontraba cuando abandoné el camino recto.
La Divina Comedia, Dante Alighieri
“Todos cometemos errores en la vida; todos tenemos derecho a una segunda oportunidad”, de esta manera Omar, un hombre de 34 años de edad, explicó el por qué personifico a Jesús en la representación del Viacrucis que se realizó en el Centro de Reinserción Social de Tlaxcala.
Acusado de secuestro, Omar se decidió a repetir este papel, pues en 2010 fue la primera vez que portó una túnica blanca, una corona de espinas y tuvo que soportar los azotes para llevar a cuestas una cruz.
Totalmente sumergidos en su personaje, fueron interpretando entre gritos y silencios las catorce estaciones del viacrucis. Cerca de 40 internos participaron en este acto; entre romanos, sacerdotes judíos, salieron a relucir el gobernador de Judea Poncio Pilatos, el delincuente Barrabás, además de la desconsolada madre de Jesús: María.
Las mujeres que participaron pertenecen a un grupo religioso que año con año han auxiliados a los internos en la representación del viacrucis, puesto que en el Cereso de Tlaxcala no hay mujeres para interpretar a las inconsolables Verónicas, Marías Magdalenas, ni a la madre de Dios hijo, desde hace 15 años que se lleva a cabo este acto religioso.
“Si Cristo pasó todo este viacrucis para estar en la gloria, de cierta manera tenemos que pasar por un proceso similar para valorar lo que dejamos allá afuera”, dice Omar durante una entrevista al finalizar el calvario al que fue sometido.
Así como Omar tiene el apoyo de su esposa y de sus hijos, decenas de familias se dieron cita en el Cereso para observar con atención la muerte de Jesús de Nazaret en la cancha del Cereso, así como de Dimas y Gestas, ladrones que son crucificados como lo indica el Nuevo Testamento.
Omar se desempeña como talabartero; llama la atención que el propio director del penal, Juan Olmedo López, porta un cinturón que le compró al preso procesado por secuestro. En este sentido, Olmedo López reconoce el desempeño de Omar, quien al igual que muchos de sus compañeros mejoran sus comportamiento al internarse en la representación del viacrucis.
FOTOGALERÍA: Carlos Seoane
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